El Real Madrid de Xabi Alonso ha despertado ecos de otra época. Su paso firme lo han llevado a un arranque que solo dos veces antes se había visto en la historia blanca. Trece victorias en catorce partidos. Nada más. Nada menos. Hay que retroceder casi un siglo, hasta la 1928-29 con Berraondo, o viajar seis décadas atrás, a la 1961-62 de Miguel Muñoz, para encontrar algo semejante. Y así, 64 años después, el Madrid vuelve a mirar de frente a la leyenda.

Y lo hace con un líder sereno y con la ideas muy claras. Xabi Alonso apenas tuvo unas semanas para dar forma a su proyecto, la pretemporada más corta que se recuerda en Valdebebas. Pero bastó. En tiempo récord, el técnico tolosarra ha levantado un equipo compacto, unido, que juega con mayor precisión, con las ganas de dominar y la intensidad de una orquesta sinfónica en su punto más alto.

Un muro que lo resume todo

Su fortaleza nace desde atrás. En 14 partidos, apenas 11 goles encajados. Una media de 0,78. Sin el tropiezo del derbi, serían seis en 13 encuentros. En la temporada pasada, el equipo había recibido 84 tantos...