El Real Madrid no tuvo problemas para golear a un Valencia muy flojo que nunca supuso un peligro para el equipo blanco. Un triunfo cómodo en el que al Real le señalaron dos penaltis a favor. Uno lo marcó Mbappé y el otro lo falló Vinicius, que fue sustituido, pero esta vez no la lio como en el Clásico.

Xabi Alonso no castigó a Vinicius y le sacó de inicio en un once en el que sólo hubo un cambio con respecto al Clásico. Mastantuono, tras dos partidos en el banquillo, regresó al equipo en sustitución de Camavinga. Así, el Real Madrid recibió a un Valencia cauteloso, más pendiente de no encajar que de marcar. Con este panorama, el equipo blanco se hizo con el balón y así, con el partido. El equipo ‘che’ lo fiaba todo...